Seguro que hace años que leéis cosas sobre el amor, o al menos veis películas o series…

Vamos a dejarlo claro, aunque intentemos hacer ver que pasamos del amor, que nos quieran nos gusta a todos y a todas.

Estoy segura de que si pensáis un poco sobre cómo queréis que os quieran, os pasará lo que nos lleva pasando a muchas mucho tiempo: la tele, los libros o la música nos dicen que nos tenemos que querer de una manera, pero muchas veces esa manera de quererse nos hace daño. El mensaje ese de: la media naranja, el amor es para siempre, si siente celos es porque me quiere o nuestro amor todo lo puede, hace años que entendimos que está completamente out, ¿cierto?

Bien, al menos sabemos qué es lo que no queremos, pero entonces… ¿Qué queremos? Eso cuesta un poco más de responder, pero si lo piensas un rato seguro que te salen respuestas parecidas a las mías: que me traten bien, que me respeten, que valoren mis opiniones, que construyamos una relación saludable y de apoyo mutuo… Por alguna extraña razón, pese a tener muy claros los valores que buscamos en una relación, parece que siempre nos acaben gustando las personas que no viven bajo esos valores. No sólo nos gustan, nos empeñamos en salir con ellas y cambiarlas… Y te voy a hacer una pregunta: ¿De verdad crees que una persona manipuladora, mentirosa o controladora va a cambiar por arte de magia? Tú y yo sabemos que no, no lo hará… Cambiar requiere de esfuerzo real y tiempo. Por eso deberíamos cuidarnos un poco antes de empezar a vincularnos afectivamente con gente que vemos de lejos que no nos va a tratar bien. Especialmente nosotras, chicas... Porque en esta sociedad, lamentablemente, parece algo normal que ellos nos controlen, quieren saberlo todo: con quién estamos, con quién hablamos, qué fotos subimos a las redes sociales, incluso nuestras contraseñas…

Detectar esto, a veces, puede ser difícil, también nos han dicho que el amor es ciego… ¡y a veces parece que nos empeñemos en demostrar que es así! Por eso es importante poner atención y ser conscientes de que cuando veamos algo que nos haga saltar las alarmas (nosotras o nuestras amigas - benditas amigas, ¡no dejéis de escucharlas nunca!) lo mejor es dejar de lado la pasión y ser un poco racionales. Nadie tiene derecho a tratarnos mal, a humillarnos o a menospreciarnos. El maltrato no sólo es que te peguen, hace años que eso lo tenemos claro, al menos en la teoría, ¿no? Demos el salto a la práctica y dejemos de vincularnos con tíos que sabemos que no nos van a tratar bien.

En caso de encontrarte en una relación tóxica pide ayuda y ¡¡hablalo!!, detecta las señales de alarma y pide ayuda a tu coordinador de convivencia y igualdad de tu instituto, al servicio de atención psicológica de T'Escoltem. Denuncia la violencia de género en el 016, 900580888 o 961927359.

Centro mujer 24 h. :  

900580 888