¿Cómo manejar los encuentros familiares en Navidad? (con Covid-19)

Cultura

22.12.2020

La Navidad es una festividad que se relaciona fácilmente con encuentros con familiares, amigos, comidas, cenas, celebraciones variadas… En resumen, con un alto nivel de contacto (físico y emocional). 

En este periodo, en el que mucha gente cuenta con vacaciones escolares o laborales, parece mucho más sencillo poder coincidir con otras personas, de ahí que aprovechemos esta época para ver a muchos conocidos/as, amigos/as y personas de la familia que, en una rutina habitual, nos resultaría un poco más complicado. 

Los encuentros con esos vínculos más o menos cercanos son algo que muchas personas esperan con ansia, mientras que para otras puede suponer un cierto “fastidio”, sobre todo cuando hay que reunirse con esa persona con la que resulta particularmente difícil el diálogo, o existe poca confianza como para mantener una conversación sobre temas no superficiales. 

Además, este año vivimos circunstancias especiales en tanto a que la Covid-19 ha llevado a tomar medidas para reducir el número de contactos y, así, también el de contagios. 

Y, puesto que las personas somos seres sociales por naturaleza, llevamos ya varios meses con esa mochila a la espalda de no poder estar como nos gustaría con mucha gente de nuestro entorno. Por tanto, en este artículo vamos a plantearnos, ¿Qué podemos hacer con todo esto?

¿Cómo manejamos los encuentros “difíciles”? 

Después de algunos años de vida hemos aprendido que no siempre podemos tener todo lo que nos gustaría, y por ello hay situaciones sociales que no podemos evitar. 

Si, en algún momento de estas fiestas tenemos que compartir mesa con algún familiar o persona allegada con quien no tengo una relación especialmente cercana o pacífica, siempre podemos intentar:

  • Mantener distancia social (este año, doblemente efectiva): No necesariamente tenemos que compartir proximidad con personas de la familia o entorno cercano con las que no mantenemos la mejor relación. Podemos ofrecer un trato respetuoso y cordial y, a su vez, buscar el contacto más próximo con otras personas con quienes nos sintamos más cómodos/as.

  • Evitar temas conflictivos: Si sabemos que mi tío/a vota a un determinado partido y nuestras ideas políticas van por otros derroteros, ¿Para qué esforzarnos en una discusión que no nos llevará a ningún puerto?A veces es más sabio y nos ahorra más “recursos” cognitivos y emocionales el hecho de evitar confrontaciones poco fructíferas. 

  • “Acotar” las quedadas en el tiempo: Si sabemos que un/a amigo/a quiere pasar todo el día 27 con nosotros, pero a nosotros no nos apetece estar con él/ella tanto tiempo, podemos hacer la contraoferta de plantear una franja horaria en la que vernos, de manera que llegamos a un “encuentro” para con las necesidades de las dos partes. 

¿Cómo manejamos los encuentros “fáciles”?

  • Mantener distancia social (esta cláusula es común, sí): Sabemos que los abrazos y los besos se echan de menos, pero por protección tuya y de tu vínculo importante, todavía no ha llegado el momento de recuperarlos. 

  • Dado que es recomendable evitar el contacto social en la medida de lo posible, intenta que tus encuentros sean los estrictamente necesarios. 

  • De acuerdo a lo anterior, plantéate si hay alguna quedada que pueda hacerse en formato “online: Si en vacaciones tienes tiempo y podrías ver a tu mejor amigo/a todos los días, se entiende que pueda apetecerte basándonos en lo que hemos hecho otros años, pero quizá la mitad podrían darse por medio de un “refresco virtual” a través de videollamada. 

  • De nuevo, “acota” en el tiempo y elige espacios abiertos en la medida de lo posible. Cuanto mayor sea el tiempo de exposición, mayor es el riesgo de contagio, así como quedar con alguien en espacios cerrados como una casa. 

 

Esta Navidad todos tenemos una misiónmantenernos unidos pese a la distancia. Y, para ello, poner en práctica las medidas de seguridad que conocemos nos permiten seguir disfrutando de nuestras personas importantes mediante un ejercicio de cuidado constante y de responsabilidad. 

 

¡Felices fiestas!

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